El descontento
popular por la destitución de Perón ya estaba latente una semana antes de aquel
17 de octubre de 1945. Incluso, en varios lugares del conurbano se realizaron
movilizaciones y mitines en apoyo del líder. Daniel James (Sociólogo Británico), en uno de sus textos, comenta los episodios ocurridos en la periferia de La Plata,
más precisamente en Berisso. En él, se desarrolla y explicita la fuerte comunicación
existente entre las organizaciones de trabajadores de diferentes puntos del
país en consonancia con la huelga general de ese día, además del trajín y las peripecias de la marcha. En este sentido, el autor
toma los relatos de los protagonistas y su percepción acerca de lo ocurrido; cómo
son las formas de entendimiento del suceso, su propia expresividad y su interpelación
causal según los propios actores que la realizaron. En definitiva, la
movilización masiva de un sector mayoritario del Pueblo generó la restitución y
proclamación de la figura de Perón como conductor político. Pero también, permitió visibilizar una Argentina hasta entonces desconocida o relegada por
los sectores dominantes y por la propia política. Como bien señala James, el 17
de octubre se convirtió en el emblema del surgimiento de la clase obrera como
fuerza autentica y legítima dentro de la sociedad Argentina.
"El modo más seguro para ingresar a una costa desconocida es, y ha sido siempre, el estilo araña" -me lo había repetido una y otra vez-. Puesto que la persona ingresa al abismo con la protección y la seguridad de la tierra firme en la palma de las manos. No importa si las aguas están calmas o turbias. El mundo es una playa desmedida. La turbulencia o la quietud son solo apariencia, lo tenebroso es lo abisal; es el fondo, lo profundo. La gravidez de la espuma en los pies, la arena minúscula sosteniéndote y el sol sobre el ombligo. El modo araña es la forma de entrar al mundo, que es una playa desmedida. Miles de veces me lo dijo. Pero cuando atravesamos los médanos de la mano, y observó la playa desmedida que es el mundo: me soltó y corrió hacia ella, ¡vaya si corrió! Cuando sus pies tocaron el mar comenzó a dar saltos; como queriendo pisar sobre él, caminar sobre él, aunque solo salpicaba al hundirse. Luego se fue perdiendo en el horizonte. Muy retrasado llegué a la cost
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