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¡Feliz cumpleaños!



Al final de una clase magistral de Horacio González en el marco del Programa de Actualización en Estudios Críticos, de la Facultad de Sociales de la UBA. Moderada por la doctora en filosofía Mariana Gainza. Podemos rescatar la intervención final que hace el intelectual, la cual atraviesa un abanico de complejidades, desde el lenguaje cotidiano hasta la institucionalidad y la investigación. Siempre he creído que González es una máquina de hacer pensar. Dice: 

−…Me parece que el sentido común es una especie de necedad Argentina comandada por la televisión, por el lenguaje televisivo que se traslada a todos los medios, al de twitter, al de facebook; a las permanentes felicitaciones por los cumpleaños que también ingresa en una especie de ritualización anuladora de las inflexiones del lenguaje. No soy enemigo de cumplir años, pero me parece que al tener el instrumento del decir y nada que decir, toda la vida se transforma en felicitaciones de cumpleaños o en felicitaciones por premios, o en comunicaciones de decesos y demás, que forman parte de una rutina cotidiana que si tuviera su lenguaje más encumbrado sería bárbaro, pero es una especie de pieza de plomo contra el lenguaje toda esa rutina diaria. El lenguaje es más emancipado, digamos; pluralizado, y también que mantenga ciertos enigmas, ciertos juegos más artísticos, en fin. La universidad tiene un papel fundamental en renovar el lenguaje, y creo que el modo en que se están haciendo las tesis por influencia del CONICET va en contra de eso. Perdón por decir esto ¿no? Pero, no estoy en contra del CONICET tampoco, creo que se debería hacer un movimiento interno en el CONICET respecto a cierta libertad de escritura que son universales hoy, por que cada trabajo es un puntaje en una regla universal que la computa en Tokio, en Shanghái, no sé, en China. Entonces, también, si la Argentina se puede emancipar de esas reglas universales de escritura no estaría mal. Sin abandonar las instituciones de la cultura, entre las cuales el CONICET es una de las más importantes ¿no?

Bueno, mira lo que estoy diciendo Mariana…

Y Mariana cierra la charla diciéndole:

Gracias que seguís diciendo, gracias, cosas como esta. Siempre. 

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